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...EL MUNDO HA DE CAMBIAR DE BASE. LOS NADA DE HOY TODO HAN DE SER " ( La Internacional) _________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
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20/4/15

ROUSSEAU Y KANT

UNA RELACIÓN PROTEICA
 Por 

JOSÉ RUBIO CARRACEDO 
Universidad de Málaga(*)


INTRODUCCIÓN

La relación Rousseau-Kant, planteada en el último tercio del siglo XIX conjuntamente por estudiosos alemanes y franceses, ha provocado una amplísima bibliografía, en la que han participado también autores británicos e italianos (1), sin que hasta el momento se haya podido llegar a un acuerdo mínimo ni sobre el alcance preciso ni sobre la profundidad del influjo del ginebrino sobre Kant. A mi juicio, este desacuerdo se debe en parte a razones de enfoque y en parte a la ambigüedad del concepto de influencia.

 Para ciertos autores, como Philonenko y, en general, los británicos, el influjo se mide por las dependencias registradas y reconocidas por el segundo autor respecto del primero. Para los demás, en cambio, el concepto de influencia es mucho más amplio e indeterminado: incluye no sólo las ideas o teorías concretas, sino también la fuerza de inducción de nuevos horizontes mentales, la sugerencia de ideas y motivos que el autor influído puede desarrollar de un modo propio e independiente, pero que deben el impulso inicial y algunas orientaciones generales, al menos, al primero. De todos modos, resulta incomprensible la opinión de un experto reconocido como A. Philonenko quien no sólo niega tal relación, sino que presenta a Kant como el crítico incesante de Rousseau (1968), para pasar a afirmar que el influjo de Rousseau en Kant es «una fábula», una «pura invención» (1971) y concluir que lo que sucede es.que Kant «deformó conscientemente» el pensamiento de Rousseau para acercarlo al suyo (1972) (2). 

 

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6/10/13

El árbol republicano : ROUSSEAU


ROUSSEAU Y LA DEMOCRACIA REPUBLICANA (*)

Por JOSÉ RUBIO CARRACEDO

1.      LA GÉNESIS DEL MODELO REPUBLICANO

Según la reconstrucción que hace Rousseau en las Confesiones, fue durante su período como secretario del embajador francés en Venecia entre septiembre de 1743 y agosto de 1744 cuando tomó conciencia de la importancia de la política y, en particular, del gobierno en la deriva global de un pueblo. Tuvo entonces ocasión de «observarlos defectos de un gobierno tan celebrado». También el de Venecia le decepcionaba. Pero su experiencia vino a confirmar una intuición:

«Me había percatado de que todo dependía radicalmente de la política y de que, mírese como se mire, ningún pueblo será nunca otra cosa que lo que la naturaleza de su gobierno le lleve aser. Así la gran cuestión sobre el mejor gobierno posible me parecía reducirse a ésta :cuál es el tipo de gobierno más apropiado para formar el pueblo más virtuoso, el más instruido, el más sabio, el mejor en toda la extensión del término».

Entonces surgió en su mente el gran proyecto de escribir un tratado al estilo de los de Hobbes, Grocio o Pufendorf, que titularía «Institutions politiques», que consideró siempre«la obra de mi vida», con la que pensaba «sellar mi reputación» (OC 1,404-405) (1)

.A tal fin dirigió en adelante sus lecturas y reflexiones, aunque el proyecto creció más y más, completándose con nuevas consideraciones en el contexto ilustrado y con cuestiones connexas (la «iluminación de Vincennes»), hasta hacerse literalmente intratable. Por lo demás, quería madurarlo sin prisas y sin interferencias de nadie, ni siquiera de Diderot, cuya colaboración intelectual había sido tan fecunda en otros aspectos. Pero las circunstancias también imponían su propia lógica. Por eso irá dando salida al proyecto mediante acotaciones y publicaciones parciales. Así hay que entender el Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad, en1754, posiblemente su obra maestra (tras el relativamente fallido Discurso sobre las ciencias y las artes, que le había valido el premio de la Academia de Dijon y la celebridad).Luego vino la Carta a D'Alembert, los artículos para la Enciclopedia, otros escritos ocasionales y, sobre todo, la gran creación literaria de La Nueva Heloisa. Entre unos y otros redactaba algunas cuestiones de modo fragmentario y provisional.
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